Por la Arq. Héctor Solórzano
Cuando piensas en recolectar agua de lluvia, probablemente te imaginas una serie de canaletas, tanques y tuberías que capturan el agua de los techos. Pero, ¿sabías que las civilizaciones antiguas perfeccionaron técnicas de captación mucho más complejas y eficientes? Si alguna vez te has preguntado cómo recolectar agua de lluvia de manera sostenible, estás a punto de descubrir una solución que ha existido durante más de mil años: los pozos escalonados.
Un sistema de captación de agua de lluvia es una estructura diseñada para recolectar, filtrar y almacenar agua pluvial para diversos usos, desde el riego hasta el suministro de agua potable. En la actualidad, este sistema es una excelente solución ante la escasez de agua, especialmente en áreas donde las lluvias son estacionales o limitadas.
Sin embargo, este no es un concepto nuevo. En la India, hace más de mil años, ya existía una forma avanzada de recolectar agua de lluvia conocida como «pozos escalonados» o stepwells. Estas estructuras, conocidas localmente como vav o baori, fueron sistemas de captación de agua de lluvia extremadamente eficientes.
A simple vista, un pozo escalonado parece un intrincado conjunto de escaleras que descienden profundamente en la tierra. Pero su funcionalidad va más allá de su belleza arquitectónica. Estos pozos eran excavados hasta alcanzar acuíferos subterráneos, y su diseño permitía que, durante las lluvias, el agua pluvial se filtrara y almacenara, manteniéndose fresca y limpia. Los habitantes podían acceder al agua descendiendo por las escaleras conforme el nivel del agua fluctuaba a lo largo del año.
Almacenamiento eficiente: El diseño profundo y escalonado aseguraba que el agua se mantuviera fresca y protegida de la evaporación.
Acceso durante todo el año: Durante la temporada seca, las escaleras permitían a las personas acceder al agua subterránea. En la temporada de lluvias, los pozos se llenaban, proporcionando agua durante meses.
Refugio climático: Además, los pozos ofrecían un alivio del calor, ya que descendían a varios metros bajo tierra, donde la temperatura era más fresca.
A pesar de su belleza y funcionalidad, los pozos escalonados han caído en desuso debido a la modernización. Sin embargo, en un mundo donde la crisis del agua es una realidad en muchas regiones, estas estructuras pueden ofrecernos una importante lección sobre sostenibilidad. Su capacidad para recolectar y almacenar grandes cantidades de agua durante los monzones, así como su habilidad para preservar ese recurso durante las épocas secas, es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede ser la solución a problemas ambientales.
Ejemplo en la India: En el estado de Rajasthan, los pozos escalonados se utilizaron no solo como almacenes de agua, sino también como puntos de encuentro social y templos. Incluso hoy en día, algunos de estos pozos aún se utilizan para abastecer de agua a las comunidades locales, demostrando su resistencia y eficacia a lo largo del tiempo.
Si bien los pozos escalonados de la India son ejemplos extremos de sistemas de recolección de agua, en el contexto moderno, la recolección de agua de lluvia en tu hogar o proyecto arquitectónico puede ser mucho más sencilla, pero igualmente efectiva.
El diseño de un sistema de captación de agua de lluvia puede variar dependiendo de tu ubicación y necesidades. Aquí te dejo algunas recomendaciones:
Diseño de techos inclinados: Una estructura simple para recolectar agua de lluvia es mediante techos inclinados que dirijan el agua hacia canaletas y estas, a su vez, a un sistema de almacenamiento.
Filtros y almacenamiento: Es importante incluir filtros para asegurar que el agua recolectada esté libre de impurezas antes de almacenarla en cisternas o tanques.
Uso para diferentes propósitos: El agua recolectada puede utilizarse para riego, lavado de vehículos o incluso para consumo humano, si pasa por los filtros adecuados.
Si vives en una zona donde el agua es un recurso escaso, el problema que enfrentas es claro: dependes de fuentes limitadas y costosas para obtener agua. Pero al implementar un sistema de captación de agua de lluvia, puedes reducir significativamente tu dependencia de fuentes externas. Este sistema es fácil de adaptar a proyectos arquitectónicos residenciales o comerciales.
Los pozos escalonados, también conocidos como vavs o baoris, son una maravilla de la arquitectura y la ingeniería. Si bien sus orígenes exactos son inciertos, se sabe que proliferaron a partir del siglo VI en el subcontinente indio, y hay indicios de que estos pozos podrían haber sido influenciados por las necesidades de agua de las comunidades locales, que dependían en gran medida de las lluvias estacionales. Estas estructuras no solo almacenaban agua, sino que también proporcionaban un espacio comunitario, donde las personas se reunían, rezaban y encontraban alivio del calor.
Como arquitecto, una de las mayores lecciones que podemos aprender de estos pozos es que la belleza y la funcionalidad pueden ir de la mano. Si estás diseñando un proyecto que requiere soluciones sostenibles para la gestión del agua, no subestimes el poder de la captación de agua de lluvia. Puedes integrar elementos de diseño que no solo recolecten agua, sino que también proporcionen un beneficio estético y cultural a la comunidad.
El agua es un recurso cada vez más escaso, y la recolección de agua de lluvia se presenta como una solución viable y sostenible. Aunque es poco probable que construyas un pozo escalonado en tu jardín, puedes adaptar los principios de los vavs de la India a proyectos contemporáneos. La clave está en aprender del pasado para resolver los desafíos del futuro. Con un buen sistema de captación de agua de lluvia, puedes ser parte del cambio hacia un futuro más sostenible. ¿Estás listo para comenzar?
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