Por el Arq. Héctor Solórzano
Los sismos nos hacen reflexionar sobre las medidas preventivas que deben tomarse antes y después de cuando se presentan movimientos terrestres, ya sean sismos o terremotos, dependiendo la escala de Richter.
Es importante poder evaluar, detectar y reportar los daños de las casas, las viviendas, edificios o las estructuras arquitectónicas frente a un sismo, para los ocupantes del recinto es una necesidad verificar su seguridad y confort en el lugar que habitan.
La intensidad de un sismo o un terremoto se mide en una magnitud de ondas sísmicas, estás ondas sísmicas liberan una energía que es calculada y clasificada por grados de intensidad por la escala de Richter. Dependiendo de los grados registrados tras estos movimientos de ondas sísmicas se clasifican los posibles daños a construcciones, personas y elementos naturales. Los grados van en una escala de menos 3.5 grados a 8 grados o mayor.
Existe otra escala más concreta que evalúa los efectos e intensidad provocados por un terremoto sobre las construcciones, objetos y/o personas. Su nombre es escala EMS-98, es una escala paralela a la escala de Richter, pero describe a más detalle la relación entre la intensidad y daño a sistemas constructivos. Los grados dentro de esa escala están clasificados por grado tipo I al grado tipo XII.
En base a la escala de Richter un sismo, por ejemplo: con un grado de 3.9 es considerado con efectos a menudo percibidos y con daños menores a edificios. En base a la escala de Intensidad del sismo EMS-98 los movimientos fueron de grado II, caracterizada por vibraciones que se perciben por algunas personas (1%), especialmente personas en reposo en los pisos superiores de los edificios.
La revisión del estado de la vivienda, del lugar del trabajo o de la edificación debe ser inmediata para poder identificar las diferentes señales oportunas.
Primero: identifica las instalaciones de luz, agua y gas, alguna de ellas no estará a la vista, pero es importante inspeccionar si el tubo no presenta alguna fuga ocasionada por el movimiento. Revisa que los cilindros o tanque de gas no presenten golpes o desprendimiento y pintura, coloca agua con jabón en las conexiones, si observas que se producen burbujas llama a un especialista.
Segundo: revisa si hay fisuras o fracturas en acabados o elementos estructurales. Las fisuras no afectan directamente la estructura, generalmente se presentan en materiales de mampostería y en la unión entre muros. Las fracturas si afectan la capacidad de resistencia en los elementos estructurales por lo que es necesario que se realice la reparación necesaria lo antes posible.
Da el mantenimiento debido ante las principales afectaciones que presenta la vivienda en instalaciones y elementos estructurales para que tú y tu familia tengan la tranquilidad de que su vivienda es un lugar seguro.
Hay que tener en cuenta que tras un terremoto o sismo las evaluaciones son importantes y necesarias tanto para prevenir posibles colapsos de edificios, amenazas y riesgos. Evidentemente son los técnicos (Arquitectos, arquitectos técnicos o ingenieros) quiénes deben determinar el veredicto correcto
En este veredicto ya se hace una evaluación examinando a detalle la característica que presenta el daño sobre el elemento estructural. Los principales elementos estructurales a examinar son las columnas o pilares que sostienen los entrepisos o techos, las vigas horizontales que refuerzan las cubiertas de los edificios y el estado de los muros o elementos divisorios.
Se recomienda que por lo menos dos veces al año o después de un sismo revises la estructura, las instalaciones de luz, agua y gas, si es necesario realiza el mantenimiento con personal capacitado en la materia
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